La Perla del Pacífico se encuentra ubicada entre el Río Guayas y el Estero Salado, lo que le permite contar con un clima cálido y tropical privilegiado, bastante similar al de las Islas Galápagos. Caminar temprano en la mañana por sus parques es un privilegio que permite escuchar el cantar de las más de 48 especies de aves que habitan en esta ciudad.
Debido a su cercanía al mar, Guayaquil es considerada la capital económica del Ecuador y su puerto es uno de los más importantes de la costa del Pacífico ya que gracias a su ubicación e infraestructura brinda facilidades para el comercio marítimo internacional. Más del 80% de las exportaciones del país salen por sus terminales.
Guayaquil también es un destino de arte que cuenta con más de 20 esculturas, 15 murales, llamativos jardines y diferentes escenarios que convertirán la experiencia del turista en algo inolvidable. Te contamos sobre los más icónicos e imperdibles.
Este parque de 2.5 kilómetros de extensión es considerado el principal atractivo de la ciudad. Aquí se puede conocer más sobre la historia de Guayaquil a través de sus grandes monumentos. También encontrarás gran variedad de restaurantes, museos, flora y fauna urbana.
Este conjunto de llamativas escaleras está conformado por 444 escalinatas, en las que se ubican diferentes plazoletas, áreas verdes para recreación y descanso. Además podrás degustar de todo tipo de gastronomía en sus restaurantes, bares y cafeterías. Su atractivo principal es la majestuosa vista de Guayaquil.
Las Peñas alberga galerías de arte, casas patrimoniales y una envidiable vida nocturna. Este barrio emblemático de Guayaquil es reconocido por su estilo arquitectónico colonial, pero principalmente por ser el lugar donde nació la ciudad.
En este espacio habita la especie más representativa de Guayaquil, la iguana, por ello se lo conoce también como ‘parque de las iguanas’. Este lugar tiene un encanto natural ya que posee árboles y una laguna artificial en la que podrás observar varios peces de colores.
Esta plaza está llena de arte y gastronomía. Los turistas lo consideran un lugar único lleno de expresiones artísticas urbanas. Aquí, tanto artistas como emprendedores exponen al aire libre sus proyectos culturales.
Este icónico lugar reafirma el origen ecuatoriano del cacao hace 4.000 años en la región amazónica de Palanda. Los visitantes podrán conocer más sobre la siembra, el cultivo, la cosecha y la preparación de la tableta de chocolate.
Podría decirse que este es de los atractivos favoritos de turistas nacionales y extranjeros. Más conocida como la ‘rueda moscovita’ de Guayaquil, se eleva a 57 metros de altura, convirtiéndola en la más grande de Latinoamérica.
Gabriela Gómez nació en Santo Domingo de los Tsáchilas y llegó a Guayaquil por sus estudios. Se enamoró tanto de la ciudad que ya lleva 18 años viviendo en ella. Actualmente, se dedica a contar historias de lugares nuevos y diferentes a través de videos. Afirma que es un placer invitar al mundo a que conozca la Perla del Pacífico.
“A mí me dicen la madrina de la calle Panamá porque he visitado todos los locales de ahí. Tengo la dicha de haberle contado al mundo de este sector desde sus inicios y por eso creo que es el sector favorito de todos. Cada vez crece más y se llena de una variedad deliciosa de lugares. Hay tiendas, museos, rooftops, cafeterías, bares y mucho más”, señala. Gabriela asegura que, sin duda alguna, el encebollado es el plato favorito de la gente, seguido por el cangrejo, los ceviches o el bolón. Cuando sus amigos llegan a visitarla de otro país es lo primero que les hace degustar, “terminan enamorados”, dice.
Andreína Laines nació en Guayaquil, pero creció en un pueblo ubicado a 40 minutos del centro de la ciudad. Pasó su juventud en las calles, recorriendo sus malecones y frecuentando Las Peñas, ya que su universidad quedaba por ahí. Señala que ha estado en decenas de ciudades de Latinoamérica y Europa; sin embargo, sigue pensando que Guayaquil tiene ese calor singular que hará que el turista siempre quiera regresar.
Gracias a sus viajes conoció el servicio de Free Walking Tours, algo que no hay en Guayaquil, y cuando un amigo llegó desde el extranjero a visitarla decidió armar esta actividad por su cuenta. “El primero lo hice en 2014 junto a Michael, un amigo de Londres quien quedó gratamente sorprendido, pues no tenía expectativas sobre Guayaquil. Muchos la ven como una ciudad de paso antes de ir a Galápagos”, cuenta.
En los tours que ha realizado, trata de evitar los lugares ‘fancy’ o donde no se vive una experiencia real, busca algo que resulte diferente para quien no es de aquí. Asegura que lo cotidiano puede llegar a ser algo extraordinario para los turistas extranjeros.
Felipe y Andrés Torres son dos colombianos haciendo pasta en Guayaquil. En diciembre de 2019 nació Sfoglia, su restaurante. Aseguran que su objetivo es la satisfacción del cliente. “Queremos ofrecer comida que llene el alma y justa en todo sentido: precio, porciones, calidad de ingredientes, frescura, etc. No es comer para llenar sino para satisfacer, disfrutar y compartir con seres queridos, enfatiza.
Comentan que al vivir en otras ciudades, siempre les gustó ese algo que tienen los centros y barrios por donde se puede transitar. Su local está ubicado en la calle Panamá e Imbabura. Recuerdan que hace algún tiempo el sector era oscuro y peligroso, ahora es peatonal, “ya que el Municipio está realizando varias obras”.
Buen ambiente y seguridad son las características que creen que debe tener un lugar que recibe visitantes. La calle Panamá es el auge en este momento, sin embargo, hay propuestas en otros sectores como Urdesa, Samborondón, Plaza Lagos o Ceibos, todo dependerá del gusto de cada persona.
Fruto de la fusión de diferentes culturas, Guayaquil posee una amplia y variada tradición gastronómica cuyos aromas, sabores y texturas cautivan los paladares de turistas nacionales y extranjeros. La gastronomía de la ‘Perla del Pacífico’ se concentra en más de 400 huecas que ofrecen una infinidad de deliciosos platos típicos.
Te contamos más sobre algunos de ellos:
También conocido como caldo de manguera, lleva tripas de cerdo sazonadas con cebolla, pimiento, orégano, perejil, ajo y hierbabuena.
A diferencia del ceviche peruano, el ecuatoriano contiene líquido, vegetales picados, mariscos como concha, camarón, pescado, langostino, ostión, pulpo, ostra y más.
La preparación de este plato es variada ya que ciertos comensales lo prefieren seco, con cebollas, tomate picado y arroz; otros optan por comerlo dentro de una sopa elaborada con maní y verde.
Es una esfera elaborada con plátano frito, asado o cocinado, rellenos con queso o chicharrón. Su acompañante perfecto es una taza de café o agua aromática.