Caminar por los pabellones de frutas de los mercados ecuatorianos es transitar por un paraíso de colores y aromas. Las frutas ecuatorianas significan descubrir que la naturaleza ha sido generosa con un país ubicado en la mitad del mundo, donde los paisajes se funden en la riqueza de cuatro mundos; donde los ecosistemas, los suelos y el clima provocan el milagro de la diversidad.
“En otros países no se producen con facilidad, por eso son consideradas frutas exóticas. Yo tuve la experiencia cuando me fui a estudiar a otro país e iba a comprar cuatro plátanos y me cos- taba como cuatro o cinco euros; me dolió tanto que no quería ni comprar”, recuerda Gabriela Rosero, Coordinadora de los proyectos de seguridad alimentaria y nutricional de La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Ecuador. Gracias a su profesión, Gabriela ha podido conocer varios rincones del país y se ha sorprendido por la gran diversidad con la que se ha encontrado. “Por ejemplo sólo en la Amazonía, tienes una zona baja y alta, y dependiendo de esto puedes encontrar frutas que no tenías idea que existía”, afirma.
La experta además considera que muchas personas desconocen la importancia de consumir este tipo de alimentos, que deben ser complementarios a una dieta que incluye además otros productos como cereales, lácteos, carbohidratos y proteínas. Para ella, las frutas entran en un grupo de alimentos que principalmente aportan varias vitaminas. Es por eso que deben ser consumidas dos veces al día, pero si es posible se las debe incluir en cada en cada comida; en especial si se trata de una persona sana ya que quienes tienen otras condiciones médicas como la diabetes, deben consultar con sus médicos sobre cantidades adecuadas. También recomienda variar de frutas durante el transcurso del día ya que ayudan con diferentes aportes nutricionales.
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Ante el problema del desperdicio de alimentos que además implica otro tipo de problemas, Gabriela recomienda comer frutas de temporada, una de las razones además es porque se encuentran en mejor estado. También aconseja alimentarse con las frutas que se encuentran más maduras y que no son consideradas perfectas. Por otro lado, se debe comprar con moderación y aprender a refrigerar los alimentos, a congelarlos para utilizarlos de otra en otra manera, cuando se requiera. Si la fruta tiene un pequeño daño, no quiere decir que esté completamente dañada, es recomendable retirar la parte madura y consumir el resto.
Según la ONU, el sector de la agricultura es uno de los mayores empleadores del mundo y proporciona medios de vida al 40% de la población mundial actual. Es la mayor fuente de ingresos y empleos para los hogares rurales pobres. Al con- sumir frutas se aporta a los productores locales quienes trabajan la tierra todos los días. Ecuador cuenta frutas que además tienen buena fama internacional. Es el caso del banano ya que el país es el mayor exportador del mundo.
A continuación, algunas de las frutas que debes probar en este país porque son consumidas en la dieta diaria de sus habitantes o por su rareza.
Lleva su nombre a pesar de estar familiarizada con el tomate. Su forma es oblonga y ácida, razón por la cuál es consumida principalmente como jugo o almíbar. Se produce en los andes sudamericanos.
Su nombre proviene de las palabras quechuas chiri (frío, fría) y muya (semillas), debido a que germina elevadas temperaturas como la serranía ecuatoriana. Es una fruta dulce que el botánico Berthold Carl Seemann la llamó una de las mejores frutas del mundo.
También conocida como guayabo amazónico Eugenia Stipitata, es una fruta que se puede encontrar en la Amazonía ecuatoriana. Emana un perfume dulce y es perfecta para la elaboración de jugos, helados y almíbares. Se adapta bien a suelos pobres y ácidos.
Conocida en otro lugares como mamey, su nombre es una variación del lenguaje taino mami. Es una fruta de origen centro americano. Se caracteriza por su colorido tono anaranjado de su interior, de textura crremosa y dulce.
Es una fruta cuyo exterior es rojo y duro que cuando se agrieta, surgen docenas de pequeñas bayas rojas en su interior, cada una con una pequeña semilla. Su aroma y sabor es dulce.
Llamada así por que su tamaño es similar al de una uva, esta fruta crece naturalmente en Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Bolivia, Chile y también en Argentina.
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Es una fruta cultivada y consumida desde la época precolombina en Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela y otras zonas tropicales. En otros países es conocida como curuba y surge de arbustos trepadores.
Es una especie nativa de América, una planta trepadora de textura dura por fuera y con semillas por dentro. Se cree que ayuda a conciliar el sueño, a reducir los cólicos, y a disminuir el estrés y la ansiedad.
Si visitas Ecuador o vives en este país de la mitad del mundo, no olvides visitar los principales mercados que ofrecen una gran cantidad de frutas.
Texto: Cristina Guevara