Desde el 4 de marzo del 2022, la ciudad de Quito cuenta con un espacio cultural donde los artistas escénicos nacionales e internacionales pueden ofrecer espectáculos de calidad para un público ávido de los mismos: El Teatro San Gabriel. Con un estilo Art decó de los años 20, fue rediseñado para recibir a 761 personas.
Un año después, este proyecto cultural ha dado buenos resultados, con más de 100.000 asistentes y con un promedio de seis espectáculos cada semana que por lo general tienen aforo completo. Conversamos con Christian Valencia, Director del Teatro, quien hace una evaluación de estos últimos doce meses y habla de la obra Julio, el Musical -en homenaje al músico ecuatoriano Julio Jaramillo- con el cual celebran su aniversario y que tiene un enfoque diferente que aboga por la igualdad de género.
Es una locura. Hicimos 246 eventos en un año, con temas de todo un poco desde Richard Clayderman, Los Panchos, Sergio Sacoto, eventos infantiles, etc. Han pasado muchísimas cosas en números: más de 100,000 asistentes a los diferentes espectáculos lo que le convirtió en el espacio de arte y entretenimiento más importante de la ciudad.
Como experiencia, ha sido genial porque nos proyectamos que íbamos a tener una recepción positiva, pero se convirtió en algo gigante que nos tiene ocupados todo el tiempo. Pero sobre todo se abrió un espacio diferente para los artistas quienes se vieron acogidos en un lugar que antes no tenían. Ellos están emprendiendo y haciendo sus propios espectáculos, sus propias promociones y les está funcionando. Y la gente está contenta con el espacio que les recibe y con la oferta que podemos darles.
Hoy en Quito, hay bastante oferta de conciertos que se realizan simultáneamente, sin embargo la respuesta ha sido buena en el Teatro San Gabriel por razones que tienen que ver no solamente por el esfuerzo que hacemos a nivel artístico y escénico, sino también por las facilidades que tiene. Tenemos parqueaderos, estamos bien equipados de sonido, iluminación y video; contamos con un espacio del hall con bar que también nos funciona muy bien también. Estas circunstancias a favor del espacio han hecho que la gente vaya muchísimo.
Tenemos un gran público adulto mayor, por ejemplo, por el hecho de que les queda mucho más cerca y mucho más cómodo; al llegar, están al frente de la entrada del teatro. Saber que tienes un espacio seguro, evidentemente nos ha jugado a favor. Y siento que eso se ha visto reflejado en el público.
Es un musical que hemos llevado a diferentes lugares del país como Guayaquil y Cuenca. Hace una remembranza de los 20 años públicos de la vida de Julio Jaramillo, pero desde la óptica de sus mujeres. Es una obra que aboga mucho por la igualdad de género, es una crítica a la figura de Julio Jaramillo desde el punto de vista machista; pero también evoca sus éxitos, sus canciones más emblemáticas.
También tratamos de explicar el porqué Julio Jaramillo fue lo que fue. La obra tiene artistas de todo el país, actores de Guayaquil, de Cuenca, Machala, Quito, etc. Es un recorrido con 30 artistas en escena por esta historia que no deja de ser fascinante.
Presentamos la obra en el Teatro San Gabriel por el mes de la mujer. Pero hemos tenido otras obras que han hecho este análisis crítico desde el arte a los problemas evidentes e injustos que hemos tenido últimamente de violencia de género.
Estamos muy emocionados con estos shows que se presentarán el 23, 24, 30 y 31 de marzo. Es una de las obras de teatro más vistas del Ecuador.
Yo pienso que la industria artística como tal es cuesta arriba en cualquier parte del mundo.
Como emprendimiento, al final viene a ser casi lo mismo que los de otro tipo, y tiene la misma cantidad de esfuerzo; pero en el arte y entretenimiento ocurre un fenómeno un poco distinto porque no hay políticas claras.
No voy a hablar de apoyo porque nosotros no estamos en esa búsqueda ni con ese discurso. Pero es muy complicado el tema de tramitología hay muchas cosas que siempre han sido como la piedra en el zapato del artista que profesionalizó su arte y que no tiene ni idea de temas como los permisos, la seguridad, etc. El Teatro San Gabriel tomó cartas en el asunto y tenemos un departamento específico solamente para permisos. De manera que el artista viene al teatro y nosotros nos asociamos inmediatamente y le asesoramos en todo. Ellos hacen su trabajo, que es la parte artística y el teatro como tal se encarga del resto. Y el resultado hasta ahora ha sido extremadamente positivo porque el artista se puede preocupar de estar a nivel desde el punto de vista estético, sonoro, de propuestas y demás.
Tratamos que esto sea una industria de cultura, de arte y de entretenimiento, no desde el plan del paternalismo, sino más bien tratando de que esto sea una fórmula que funcione, que sea autosustentable.
Para adquirir entradas, ingresa a este link:
https://www.teatrosangabriel.com/julioelmusical