Isabela es una de las únicas islas del archipiélago que tiene nombre de mujer. Para llegar a ella es necesario navegar por varios botes y taxis acuáticos en un trayecto que toma más de dos horas. En especial si el vuelo aterriza en el Aeropuerto Ecológico de Baltra. Pero el tiempo invertido vale la pena.
Unas cristalinas aguas -entre verdosas y turquesas- similares a una gema preciosa me dieron la bienvenida a la gran Isla Isabela. El encantador Puerto contrasta con las coloridas embarcaciones que allí aparcan. Los primeros anfitriones fueron un par de lobos marinos retozando. En este destino es común ver a estas especies en las calles, aceras o playas; al igual que las iguanas, de piel reseca y lento caminar.
Puerto Villamil es la capital de la isla más grande del archipiélago (Isabela tiene una extensión de 4. 588 km² y representa el 60% de la superficie terrestre de las Galápagos); sin embargo recorrerla no toma mucho tiempo. Caminar por sus apacibles calles es encontrarse con lugareños que saludan alegremente; y con propios y extraños manejando bicicletas; un medio de transporte muy recurrente mientras caminas por las calles.
En sus pequeñas cuadras se encuentra de todo un poco: hoteles de hasta cinco estrellas, playas con arena beige y suave; bares y restaurantes con oferta nacional e internacional; y grandes atractivos turísticos.
Es mi segunda ocasión en “las Islas encantadas” y el volver a pisar este territorio me reafirma la energía única que tiene este sitio: un lugar donde la inocencia de las especies que ahí habitan se funde con paisajes inolvidables. Si te gustan los sitios donde el espíritu puede descansar, este es tu destino.
En Puerto Villamil, una bicicleta puede ser tu mejor compañera de viaje. Encontrarla no es difícil. Basta con caminar unas cuantas calles para encontrar una tienda de alquiler como Estrellita Bikes For Rent. Al ingresar me recibió el propietario, Wellington Ponce, quien me mostró -con ayuda de un mapa que cuelga de la pared- la ruta de la bicicleta de Isabela que comprende aproximadamente 7 kilómetros de ida y 7 de vuelta y que me tomó alrededor de cinco horas, con sus paradas respectivas. El costo total del alquiler de bicicletas por este periodo fue de USD 10.
La primera parada fue el Centro de Crianza de Tortugas gigantes. Se encuentra a 1,5 kilómetros del Puerto y allí se puede aprender sobre la especie más emblemática de Galápagos en su proceso de crianza, reproducción y adaptación al ecosistema. Fausto Llerena, guía del lugar, me explica que Isla Isabela es la única en el mundo que tiene cinco especies de tortugas gigantes, que se pueden encontrar en Isabela Sur (Volcanes Sierra Negra y Cerro Azul): Cazuela, Cinco Cerros, Roca Unión, San Pedro, Tablas y Cerro Paloma. Algunas de estas especies se pueden ver en el Centro de Crianza desde bebés hasta cuando llegan a edad más adulta; muchas de ellas son liberadas a su hábitat.
De vuelta a la bicicleta, basta manejar unos cuantos metros para encontrarte con una laguna de flamencos rosas que elegantemente se bañan y beben agua. Debes mantener la distancia para no molestarlos. Sin embargo, es impresionante la facilidad con la que puedes observar a estas especies en sus rituales.
Conduje al Muro de las Lágrimas por una arenosa carretera junto al mar. Es fascinante moverse en bicicleta mientras la brisa salina refresca tu rostro. Al llegar al ingreso del Complejo de Humedales y Muro de las Lágrimas, un cartel informativo advierte que la longitud del sendero comprende 5 km y que el tiempo de recorrido es de aproximadamente 3 horas. También anuncia que el horario es de 06:00 a 18:00. Este trayecto me llevó por La Playita, Pozas Verdes, Playa del Amor, Los Tunos, Túnel del Estero, Poza redonda, El Estero, Camino de las Tortugas y Cerro Orchilla. Todos permiten al viajero desviarse para encontrarse con pequeños senderos con gran diversidad de flora y fauna, así como pequeñas lagunas y miradores. Tu bicicleta y tú deben tener cuidado ya que en el trayecto te encontrarás con iguanas que descansan perezosas en las calles.
Finalmente llegué al Muro. Un lugar con una triste y vergonzosa historia cuando las Islas Galápagos eran consideradas “el fin del mundo”. Entre los años 1946 a 1959 fueron llevados a este lugar 300 de los reos más peligrosos del país junto a 30 policías. Se les obligó a construir un muro con enormes bloques de 100 metros de largo por 7 metros de altura. Muchos fallecieron en el proceso. Hasta que un día los presos organizaron una obra de teatro llamada “La Fuga de los Prisioneros”. Antes, compartieron licor con los guardias penitenciarios. Para hacer más real la obra, ataron a los policías con cuerdas y al estilo del caballo de Troya lograron escapar.
En mi estancia en Isabela conversé con un viajero quien me dijo: “no te puedes ir de Isabela sin vivir la experiencia de Los Túneles”. Este lugar es conocido como el lugar más impresionante para hacer snorkel por sus aguas claras poco profundas.
Se trata de una formación volcánica donde conviven superficies rocosas en forma de arcos y túneles con especies de animales como piqueros patas azules, pingüinos, lobos marinos, entre otros.
Para llegar necesitas contratar una operadora autorizada que ofrezca un tour que te llevará en una embarcación que navega por aproximadamente 30 a 40 minutos. El costo del tour suele sobrepasar los USD 100 pero incluye guianza, un lunch, equipo de snorkel y fotografías y videos de esta magnífica aventura. Sí, puedes obtener instantáneas junto a los animales más encantadores de este lugar dentro y fuera del mar, siempre y cuando respetes su espacio y tomes la distancia adecuada.
Una vez que la embarcación ingrese a este paraíso podrás observar debajo de la misma, con mucha claridad cómo debajo del agua nadan libremente especies marinas; así de cristalina es el agua en este lugar. Los colores contrastan a la perfección: las azules aguas con las formaciones volcánicas de tonos verdosos y amarillentos, con los enormes cactus que van a juego con la vegetación verde. Los piqueros, cuyas patas apasteladas van a tono con el azul del mar hacen de este un paisaje único e irrepetible en el planeta. Recorrer esta parte toma aproximadamente una hora, pero hay más que hacer en este lugar.
Al hacer snorkel, te darás cuenta que hay todo un mundo por descubrir debajo del mar. Compartirás con tortugas gigantes, rayas, peces, si tienes suerte, con pingüinos; y - por supuesto- caballos de mar iguales a esta Isla con nombre de mujer. Así es Galápagos, un lugar donde la naturaleza te permite ver su lado más enigmático e inocente.
Si te gusta el trekking y te apasiona estar en contacto con la naturaleza, el tour al volcán Sierra Negra es perfecto para ti. Para hacerlo, deberás contratar una operadora autorizada que te llevará por unos 45 minutos en carro hacia las faldas del Volcán Sierra Negra a 800 metros de altura, que es el punto de partida.
Aquí realizarás la caminata hacia la primera parada que es la cúspide para ver el cráter del volcán que tiene unos 10km de diámetro aproximadamente y está cubierto de lava solidificada. Es una vista impresionante. La caminata es larga pero tranquila y no requiere de experiencia previa, solo tener resistencia. El camino es bastante plano en su mayoría y no cuenta con muchas áreas empinadas, por lo que no será dificil conseguir llegar a la cima. Una vez que llegas al cráter recorreras un trecho que lo rodea para poder apreciarlo de mejor manera.
Durante el recorrido, el guía naturalista te irá contando detalles interesantes y además te explicará cómo se originaron las Islas Galápagos y su histórico volcánico.