Del mito a la realidad hay una delgada línea y por eso resolvimos aceptar la invitación de nuestra anfitriona y nos fuimos de tour gastronómico por los corredores de Beijing.
Por ejemplo la carne de burro si se come, así como lo está pensando, pues se suma a la serie de mamíferos como el carnero, el cerdo o la vaca. Pero en regiones donde se crían estos cuadrúpedos sí son parte del menú. Lo podemos encontrar en las plataformas de comida rápida 'delivery' y la carne de burro está preparada desde un sándwich común, hasta acompañado de verduras hervidas en salsa de soya y pastelillo de arroz, aunque también están el kubak, chop Suey, Hot Pot o Chow Mein.
Puede costar unos 15 a 25 yuanes (entre $3 y 5) dependiendo el tipo de preparación y el acompañante, siempre con legumbres o alguna masa de harina de trigo. Lo probamos sin pensar que estábamos comiendo para evitar sugestionarnos con la imagen del burro y su sabor es como el de cualquier carne de mamífero.
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Algo peculiar son los productos de mar, donde los pescados, mariscos y otras moluscos están vivos en unos grandes estanques y baldes de agua salada en muchos casos. Esto tiene una lógica muy común y está relacionada a que el cliente quiere saber que es un producto fresco. Pero en este variado menú están también las anguilas, las ranas y sapos, hasta los gusanos de seda; todos vivos y coleando.
No nos atrevemos a comprarlos, a pesar de lo barato que puede ser. Por ejemplo una rana grande de unos 400 gramos cuesta 5 a 10 yuanes ($1,50) o una anguila de 50 centímetros y unos 100 gramos entre 10 o 15 yuanes.
También están las vísceras del cerdo, su intestino, riñón y hasta las cabezas de pato, todos preparados como sopas en medio de verduras hervidas y especies, muy populares en los comedores tradicionales, lo que en Ecuador conoceríamos como “hueca”. Igualmente los valores para cada uno de estos platillos no sobrepasan los $5.
Fuente: El Telégrafo