La gastronomía italiana tiene sus raíces en las cocinas griega, romana y árabe, pueblos que se establecieron, en algún momento de la historia, en Italia y dejaron allí sus sabores, aromas y texturas. Los ingredientes, las técnicas y fusiones de cada receta reflejan la riqueza cultural del país europeo reconocido mundialmente por su comida fresca y de preparación sencilla.
Frutas, legumbres, cereales, especias y pastas son parte de los productos que se introducen en los platillos insignia de Italia. El chef Claudio Ianotti asegura que su reconocimiento se debe, además, a que se han tomado ingredientes de diferentes continentes como el tomate y chocolate de América o la albahaca y el arroz de Asia.
Esta gastronomía no solo es deliciosa, también es saludable, tanto así que los nutricionistas se basan en ella para varias de sus dietas. Los comensales suelen pensar que únicamente la pasta y la pizza representan a esta gastronomía, y como señala el chef “sí y no, es parte de, pero no es solo eso”. La ventaja de la comida italiana es que tiene un perfecto balance entre carbohidratos, proteínas y vegetales. Además, en Italia la pasta es considerada como una entrada, es decir se come muy poco. Como plato fuerte puede ser una ensalada y proteína de res, cerdo o pescado, muy consumidos en el Mediterráneo.