Una visión 360 para escoger la guardería canina ideal

Cuando optas por encargar tu perro a un tercero, empiezan los titubeos. No es fácil dejar a tu mejor amigo al cuidado de un desconocido. Afortunadamente, hoy cuentas con varias pautas que te ayudarán a seleccionar la guardería canina, acorde a tus necesidades y a las de tu mascota.

Escarbar hasta encontrar

El Internet está repleto de información y eso puede ser un arma de doble filo. Si no tienes referencias y optas por buscar guarderías en la red, tienes que poner en tu radar a más de una opción y realizar una respectiva investigación.

“La guardería ideal para nuestras mascotas es aquella que les proporciona entretenimiento, seguridad y atención”, menciona la veterinaria María Emilia Tamayo. Por eso, es importante fijarse en que sea un lugar que transmita confianza. Para conseguirlo, es fundamental realizar una examinación para comprender, estudiar y analizar cómo será el día a día de tu mejor amigo de cuatro patas.

Junto a la especialista te brindamos las siguientes recomendaciones para que aprendas a seleccionar el sitio preciso.

PREGUNTAS A SOLVENTAR ANTES DE TOMAR LA DECISIÓN:

¿Con qué frecuencia se ejercitan los perros?

¿Cada cuánto tiempo se alimenta a los animales?

En caso de necesitar administración de medicamentos, ¿el personal lo puede realizar?

¿Con qué veterinario, clínica u hospital trabaja la instalación?

¿Qué pasa si mi perro se enferma? ¿Cuál es el protocolo?

¿Qué vacunas se requieren?

¿Todo el personal tiene experiencia o algún tipo de certificación?

PLAN DE ATENCIÓN MÉDICA DE EMERGENCIA

“La atención médica dentro de una guardería canina es fundamental para garantizar el bienestar de los animales y saber que ese establecimiento se encuentra preparado ante cualquier emergencia, eso da seguridad al propietario y sobre todo al animal”, señala María Emilia.

Cada guardería debe estandarizar las situaciones de emergencias más comunes, como por ejemplo las peleas entre individuos. Para controlar este tipo de escenarios es necesario trabajar bajo un protocolo escrito para saber como actuar en ese momento. “Es importante mencionar que los protocolos deben ir de la mano con asistencia profesional veterinaria”, concluye.