Texto y fotografía: Cristina Recalde Rosero @kikirecaldefoto
Recorriendo por un estrecho y calmado río, en una canoa de remo, puedes ver a nutrias gigantes -una especie en peligro de extinción- jugando y disfrutando del atardecer. O presenciar a garzas únicas posando sobre las ramas enmanglaradas de la vegetación, que toman vuelo cuando un ágil martín pescador pasa rápidamente por la ensenada. Y al alzar la vista puedes observar a curiosos monos ardilla, juguetones chichicos o a monos tamarinos de manto dorado y monos aulladores que agitan las ramas y cortan el sonido del viento con su estremecedor rugido. Estos son tan solo unos ejemplos de las centenares de escenas que toman lugar en este paraíso natural.
Al ser una de las zonas en el mundo con mayor biodiversidad por metro cuadrado, el Parque Nacional Yasuní fue declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1989. El 99,7% de las 1’022.736 hectáreas que componen esta área protegida, está representada por vegetación natural original. Lo que lo convierte en un destino imperdible. Fue por ello que la revista National Geographic lo reconoció como uno de los 25 lugares asombrosos para conocer en 2022, entérate por qué aquí.
Recorre con Travel.Ec la majestuosidad de cada rincón del Yasuní. Es una invitación para sentir el aire puro y fresco al caminar por el bosque húmedo tropical, para saborear los intensos sabores de la gastronomía amazónica, disfrutar del enérgico y fervoroso sonido de la selva y conectarse profundamente con la naturaleza, sus pueblos y amplia biodiversidad.
La puerta de entrada a la reserva es Puerto Francisco de Orellana, ciudad comúnmente conocida como El Coca. Y es aquí donde el viajero se lleva una primera e impactante impresión de la grandeza de la amazonía ecuatoriana, al recorrer dos a tres horas por el ancho Río Napo, uno de los principales afluentes del gran río Amazonas.
Desde este momento ya se puede apreciar la riqueza de la biodiversidad del Yasuní, pues el horizonte se compone de infinitas extensiones de bosque. Solo en la reserva los científicos afirman que existen más de 2.000 especies de árboles y arbustos. Estar aquí se siente como una escena de la película Avatar, pero diez veces mejor.
Ver anacondas tomando sol, grandes caimanes negros nadando por la laguna o los ríos, sentir que te rodea una manada de pecaríes o zaínos de monte, y ver bandadas de guacamayos rojos bajar al saladero a tan solo dos metros de distancia, son pocas de las decenas de aventuras que se viven aquí. En el Parque Nacional Yasuní no falta la adrenalina, es parte del aventurarse por la selva tropical.
Sin embargo, a diferencia de realizar deportes extremos, esta adrenalina fluye en el cuerpo junto a un sentimiento de enriquecimiento al absorber las maravillas de la naturaleza. Es un verdadero privilegio poder ser testigo de tan majestuosas escenas, ser un habitante más de la amazonía, y el menos importante.
Un ‘must’ en esta visita debe ser subir a la Torre de Observación de la comunidad Añangu y maravillarse de la flora y fauna desde el dosel arbóreo. Fue construida en el corazón de la reserva, a lado de un añoso ceibo de 40 metros de altura. Al subir las escaleras uno llega a la copa del hermoso árbol y sube a una terraza de madera construida en armonía con las caprichosas ramas. Desde aquí se puede ver a 360º un increíble paisaje compuesto de un infinito canopy de árboles y el río a lo lejos. Desde aquí se pueden avistar otro tipo de aves como el águila arpía, guacamayos celestes, el gallinazo rey, también conocido como Cóndor amazónico, entre otras especies como un oso perezoso descansando en las ramas.
Yasuní es el área protegida más grande del Ecuador continental y uno de los lugares con mayor biodiversidad en el planeta.
En la reserva de biósfera Yasuní las comunidades están comprometidas con el medio ambiente y realizan turismo sostenible y ecológico. Un ejemplo de esto es el Napo Wildlife Center, un proyecto de turismo comunitario y sostenible de la comunidad Kichwa Añangu. En el lodge tienen su propia planta de manejo de aguas residuales y una planta de purificación de agua. Aplican el conocimiento adquirido durante miles de años para utilizar de manera sostenible los recursos naturales y de la biodiversidad, sin agotarlos. Adicionalmente, prohibieron la caza y pesca desde hace más de cuatro décadas, entre otras prácticas amigables con el medio ambiente. Los viajeros se acoplan sin problema al proceso, aportando a cuidar este paraíso amazónico y proteger a su fauna y flora.
Uno de los atractivos principales de la reserva es la Laguna Añangu. Para llegar a ella se debe recorrer en una canoa a remo durante dos horas por un estrecho arroyo de aguas negras (provenientes de la misma selva) mientras la Amazonía te deleita con el convivir de los animales. Al llegar a la laguna, una tranquilidad y paz universal se apoderan de uno, al sentirse minúsculo ante la grandeza de la madre tierra. En estas aguas tranquilas se pueden observar variadas especies de aves, incluyendo a los prehistóricos Hoatzines, ver a los gigantes peces Paiches saltar, anguilas nadar, anacondas reposar y al atardecer, los caimanes negros se toman toda la orilla dejando ver desde lejos el brillo de sus ojos.
El componente humano del Yasuní está también lleno de riqueza cultural. Dentro del parque nacional habitan 16 comunidades indígenas: Kichwa, Shuar y Waoranis -tagaeri y taromenane- que son los pueblos indígenas en aislamiento voluntario. Con el fin de protegerlos a ellos y a la biodiversidad del Yasuní, se creó en 1999 la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane.
Todas estas comunidades tienen una cultura ancestral llena de riqueza y sabiduría que se fue pasando de generación en generación. Y el viajero puede ser parte de la tradiciones de las comunidades Kichwas, compartiendo en la ceremonia tradicional de la Guayusa a la madrugada, degustando la tradicional bebida fermentada chicha, cacao blanco, verde y chontacuros preparados por la comunidad o simplemente conociendo sobre sus antiguas tradiciones y rituales de caza, estilo de vida y festejos.
Si quieres planificar tu próximo viaje al Parque Nacional Yasuní, no te olvides de mirar nuestro blog ¿Qué hacer en Yasuní en 4, 5 y 6 días?